Hay circunstancias en la vida en las que necesitamos salir de lo convencional. En el caso de una vivienda, puede ser que ya no nos hagan falta muchas habitaciones o una cocina cerrada, y que preferimos una casa más abierta, centrada en un gran salón-cocina para disfrutar de la actividad diaria. Y, también, que los dormitorios no precisen más que el espacio necesario para estar cómodo y confortable.